Desde hace 22 años, Casa Materna se ha vuelto un icono de atención pre y post natal para la mujer matagalpina y del país. Con un promedio de 70 mujeres atendidas mensualmente y llevándoles su control prenatal, el aporte de la Casa Materna Mary Ann Jackman, de Matagalpa, ha enfrentado con creces las vicisitudes de mantener en funcionamiento y servicio este enigmático centro.
La limpieza, orden y aseo es la carta de presentación y la primera impresión que se lleva uno como visitante, labor que realizan las mismas pacientes con mucho agrado, además, del recelo ante la llegada de personas no conocidas por el personal de la institución, el ambiente apartado y distante de los sonidos propios de la naciente ciudad de Matagalpa, hacen de él, un remanso de paz para las pacientes. Sin embargo, el tema de la alimentación es el más sensible de la organización, tres tiempos de comida durante los 365 días al año, no es fácil de concebir.
El protocolo que llevan las internas, es sencillo: control con el medico; caminatas, aseo de las habitaciones, limpieza del local, caminatas, recesos y las infaltables platicas entre ellas.
Los cuartos ordenados y una sala de estar amplia y con sillas mecedoras donde descansan y conversan algunas de las inquilinas de la Casa Materna; un comedor amplio con cuatro mesas unidas hacen de la hora de las comidas, el momento oportuno para intercambiar sueños y anhelos por parte de las futuras madres. Sin embargo, el lugar de lavandería, es el lugar preferido para muchas, custodiadas por colosales arboles de mango, les da ese toque ecológico a la construcción.
Ubicado en el costado norte de la cancha del Barrio 5 de Junio, y con su acceso y parqueo con piedra bolón, le da ese toque de calma y serenidad, una brisa pertinaz de agosto, le daban ese toque artístico para una entrevista fresca y amena.
El nombre de la Casa Materna de la ciudad de Matagalpa, fue inspirado en honor a Mary Ann Jackman, una joven mujer nicaragüense que había trabajado muchos años en la región con familias desplazadas por la guerra. Madre de dos niñas y con seis meses de embarazo, murió como consecuencia de un accidente de transito a los 27 años de edad.
¡Del Sueño a la Realidad, gracias a la solidaridad internacional!
A finales de los años 80's, como respuesta a la creciente preocupación por la cantidad alarmante de madres de áreas rurales que morían durante el embarazo, durante el parto o en los días posteriores, un pequeño grupo de mujeres profesionales de Nicaragua, España, Italia y los Estados Unidos solicitaron ayuda al Instituto de la Mujer de Madrid, España.
La propuesta para el desarrollo de la Casa Materna fue aceptada por las mujeres madrileñas y, aunado a la generosidad de la gente de Cuba, a finales de 1990, el personal de Casa Materna compró la casa que había servido como Consulado Cubano.
Varios grupos de los Estados Unidos, incluyendo las mujeres de la Iglesia Presbiteriana y la ciudad hermana de Gainesville, Florida, suministraron el dinero para el mobiliario y los salarios de los tres primeros empleados de Casa Materna, que abrió sus puertas a las mujeres rurales en octubre de 1991.
Sodepaz de España aprobó el financiamiento de Servicios Básicos para el periodo 92-95. En este año de 1995, el horizonte dibujaba un panorama sombrío para la Casa Materna, pues sin esta inyección económica pendía de un hilo su subsistencia. Pero un grupo de parteras y el apoyo de los hermanos holandeses Juan Paloma, Jan entre otros, aplazó este prematuro cierre.
En 1998, el Huracán Mitch marcó a Nicaragua y gran parte de Centro América con su furiosa embestida, Casa Materna se vió voluble y que sin el apoyo de la solidaridad holandesa, con sus múltiples actividades como venta de ladrillitos, como adorno para ayudar el sostenimiento de este noble organismo.
La Casa Materna a tenido la visita de personalidades como Vice Alcaldes de Tilburg, Profesores de Holanda acompañados por Miranda van der Klaauw, Coordinadora de Stedenband-Tilburg-Matagalpa; Jan Greeven entre otros, han mantenido siempre comunicación y apoyo a las mujeres matagalpinas.
En los últimos años, el financiamiento ha provenido de grupos de Inglaterra, Alemania, Irlanda, Noruega, España, Suecia, Suiza, Estados Unidos y Holanda; haciendo de la Casa Materna un vibrante símbolo de solidaridad internacional.
Para contactar y saber como colaborar llamar al teléfono: (505) 2772 - 2102 o escribir al correo: casamaterna.mat@gmail.com en español o kittynewmoon@gmail.com en ingles y español, o bien acceder a nuestra pagina web: http://www.casamaterna.org/
Para contactar y saber como colaborar llamar al teléfono: (505) 2772 - 2102 o escribir al correo: casamaterna.mat@gmail.com en español o kittynewmoon@gmail.com en ingles y español, o bien acceder a nuestra pagina web: http://www.casamaterna.org/
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